María Sorté
“Aparentemente lo he tenido todo en la vida; educación, éxito, una familia maravillosa y felicidad, pero también ha pasado frió, carencias y muchos dolores”.
Por Carlos Alberto
María Harfuch Hidalgo, mejor conocida en el medio artístico como María Sorté, nació en Ciudad Camargo, Chihuahua, un once de mayo.
Siendo aún muy joven, viajo al Distrito Federal con la idea de estudiar medicina, pero mientras presentaba el examen de admisión, por casualidad entró a la academia de Andrés Soler, donde gracias a su enorme carisma, belleza y talento nato, se quedo a estudiar. Desde entonces su vida a estado llena de éxito tras éxito, en las telenovelas mexicanas.
“Mi infancia se terminó muy pronto”.
“De mayor a menor, soy la segunda de 10 hermanos, aunque solo quedamos ocho. Gracias a dios, siempre hemos sido una familia muy unida que ha sabido salir adelante”
-¿Qué recuerdos guarda de su niñez?
“Creo que todos los niños viven una infancia feliz porque se dedican a jugar y no ven nada malo en las cosas. Desgraciadamente mi infancia terminó muy pronto. Cuando tenia 4 años falleció mi padre de un infarto fulminante, a los 36 años. A partir de ese suceso mi vida cambió por completo. Mi mamá se quedó sola sin saber que hacer, los bienes de mi papá quedaron intestados y comenzaron los problemas económicos”.
-¿Recuerda la actitud que usted asumió en ese entonces?
“No me importaba que no tuviéramos dinero, pues estaba preocupada por trabajar y estudiar para sacar adelante a mi familia. Sin querer me volví la proveedora del hogar. Quería cumplir mi sueño de ser maestra, y con muchos sacrificios lo logré. Después quise ser doctora y fue cuando me vine a la capital. Cuando no tienes dinero debes buscarte un ideal para seguir adelante. Entonces mamá se volvió a casar”.
-¿El segundo esposo de tu mamá los ayudó económicamente?
“No; era un hombre rico que no crió y nunca nos trato mal, pero tenia otra familia. De echo cuando falleció una de sus hijas mayores nos amenazó para que no pidiéramos nada. Nosotros jamás le peleamos eso, creo que si un hombre no te da algo en vida, menos lo hará en su muerte, mejor que dios lo bendiga”.
“Estudia y trabajaba siempre para conseguir mis sueños”.
-¿Cómo fue su adolescencia?
“Definitivamente no la viví como la mayoría de ustedes. Estudia y trabajaba siempre para conseguir mis sueños y llevar dinero a casa. De vez en cuando me divertía yendo al cine, pero era muy rara la ocasión. En Chihuahua, me inscribí en una institución que se llamaba Casa de Protección al Joven. Ahí me eduque con media beca, y para mantenerme en ese sitio tenía que ayudar con labores domesticas, como tender camas, barrer y contestar los teléfonos. Fue una época muy bonita, en la que conocí muchas personas lindas que precisamente fueron las que me trajeron a la Cuidad de México.
-¿Se puede decir que vivió muchas carencias?
“Sí, pero nunca me asustaron, por el contrario me fortalecieron, y como nunca fui presuntuosa, no me importaba”.
-¿Tuvo muchos novios?
“Muy poquitos. Era coqueta y duraba tiempo con ellos, pero mi idea era ser independiente, no casarme mi tener hijos. Pero las cosas cambian y de pronto te llega el verdadero amor”.
“Desde que lo vi supe que me casaría con él”.
-¿Se caso?
“Sí, con un hombre maravilloso”.
-¿Cómo conoció a su esposo y cómo supo que era el hombre de su vida?
“Fue en un teatro, y desde que lo vi supe que me casaría con él, Javier, que descanse en paz, me llamo la atención sobre todo su inteligencia y mira que hay que serlo para durar 22 años juntos. La verdad, me case muy enamorada”.
-¿A tu matrimonio llegó pronto la maternidad?
“Al año de casados. Desafortunadamente, a los tres meses de gestación sufrí un aborto horrible y perdí a mi primer bebé. Poquito después volví a embarazarme, pero tuve que guardar reposo durante siete meses. Sólo he dejado de trabajar dos veces en mi embarazo y cuando le detectaron cáncer a mi mamá. El medico que la atendió nos dijo que solo le quedaban seis meses de vida, pero que rezáremos porque fueran menos, pues estaba sufriendo mucho. Fue algo horrible”.
-¿Qué tipo de cáncer tenia su mamá?
“Uno que empieza en los pulmones y luego se expande por todos los órganos. Gracias a dios, mi mamá murió sin tanto dolor. Me la lleve a Filipinas para ver a un médico que supuestamente era muy bueno, pero ya no pudo hacer nada. Sólo sirvió para distraerla y hacerle menos pesado el sufrimiento.
“Cuando murió mi marido, hice una telenovela tras otra, no quería parar nunca”.
-Imagino que fue otro dolor terrible.
“Espantoso he pasado por tantas perdidas de seres queridos, que cualquiera diría que ya conozco el dolor, pero la verdad es que nunca acabas de superarlo. Hace cuatro años cuando murió mi marido, lo que hice fue llenarme de trabajo. Realice una telenovela tras otra; no quería parar nunca. Tenia que sentirme agotada para no pensar en los demás”.
-¿De que murió su esposo?
“También de un infarto, sorpresivo, inesperado. A toda la familia nos afectó muchísimo. Mis dos hijos Javier y Omar, estaban muy jovencitos, justo cuando más lo necesitaban. Creo que ver su dolor fue lo que me hizo salir adelante y no dejarme caer, además te quedas con muchas responsabilidades que debes asumir”.
-En termino generales ¿Cómo fue su matrimonio?
“Como todos los que duran tantos años. Algunos días maravillosos y otros en que nos queríamos ahorcar mutuamente. Es curioso: cuando una se divorcia, pues casi siempre se hablan pestes de la otra persona, cuando enviudas se le cuelgan adornos. No debe ser así. Javier era un hombre bueno, inteligente y maravilloso, con muchas virtudes, pero también tenía defectos. La pasamos bien”.
-¿Ahora tiene nietos?
“Sí, mi hijo ya me hizo abuela y soy la más feliz del mundo. Con un nieto revives la etapa como madre, pero todavía mejor porque te dedicas a jugar y consentir. Descubres nuevas emociones; todo te parece maravilloso”.
-¿Le ha pesado el paso del tiempo?
“En lo absoluto. Me siento afortunada; he pasado por tantas cosas en mi vida que mayores aprendizajes no podía haber recibido. Son muchas cosas. Aparentemente lo he tenido todo en la vida; educación, éxito, una familia maravillosa y felicidad, pero también ha pasado frió, carencias y muchos dolores que definitivamente han marcado mi existencia. Agradezco a dios todo lo que me ha dado”.
“Soy muy tradicionalista, pongo mi ofrenda”.
-¿Para usted como son estas épocas?
“Estos días para mi son muy especiales ya que nos reunimos en familia. Además de que es una de las festividades del año que más me gusta, pues me trae muchos recuerdos. Soy muy tradicionalista. Pongo mi ofrenda para mis seres queridos y como puedes ver vengo al panteón, así yo creo que vas dejando a tus hijos y nietos el respeto a los muertos”.