Extraña sensación la muerte, esa bella mujer que hace algún tiempo, me asustaba verla frente a mi, con su traje azul cielo, que resplandece conjuntamente con la luna y el sol, ella caminaba a mi lado, extendiendo sus brazos para rozarme, para alcanzarme, susurrándome cosas al oído.
Diferente sensación experimento hoy, la pienso, hablo de ella, ya no asusta, he comprobado que existen muchas muertes; no tan solo la física, la del tiempo final, aquella en que tu espíritu, tu alma, tus anhelos, tus sentimientos, tus alegrías, tus penas, tus sueños, tus recuerdos no pueden seguir más y duermen y quedas ahí en algún lugar que han decidido para ti (un recuerdo grato, un abrazo, un beso y todo mi cariño para quien duerme en los brazos de ella).
Pero tenemos otra, la que mata los sueños, las ganas, los ideales, las esperanzas, aniquila tu alma, tu confianza y tu espíritu, esa que llega y aunque estés consciente de estar en esta vida, ya no tienes el incentivo, el porque vivir, pues ese sueño, murió dejando el amargo sabor de la impotencia, de la tristeza, de la soledad que no te deja fuerzas para continuar
Reflexiono, dichosas las personas que tienen un lugar físico donde llevarle una flor a sus seres queridos, pues aun hay miles de personas que no pueden llevarle esa flor a la tumba... de aquellos que aun continúan desaparecidos.
Esto surge a consecuencia de la catástrofe en Tabasco espero que sigamos rezando por todas esas personas que perdieron la vida, que están desaparecidos o de los que están mueriendo por flata de alimento, sigamos unidos por todos ellos...
jueves, 8 de noviembre de 2007
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